FASES DEL PROCEDIMIENTO PENAL

La preparación de prueba puede requerir declaraciones de testigos o forenses. Esto también puede retrasar los procedimientos debido a circunstancias imprevistas (por ejemplo, si un testigo clave sufriera una enfermedad que le impide hacer una declaración durante unos meses, o si una empresa o Administración Pública retrasara su contribución de documentos a el juzgado).

Del mismo modo, es importante tener en cuenta que España tiene diferentes procedimientos penales y, dependiendo de cuál sea el procedimiento, los plazos pueden ser más cortos o más largos. Por ejemplo, en los casos de violencia de género, los procedimientos tienden a conocerse con el nombre de «juicio rápido» y tienden a resolverse en unos pocos meses, en la mayoría de los casos.

En general, los procesos penales tienden a dividirse en tres fases.

En la primera fase, llamada «instrucción», los eventos se investigan para descubrir qué sucedió, para verificar si los hechos se consideran «relevantes» desde un punto de vista penal y pueden encuadrase en alguno de los diferentes tipos de delictivos del Código Penal.

La segunda fase, se llama la fase intermedia y en ella se presentan los documentos de la acusación (por la/el Fiscal y/o por la acusación particular) y el escrito de defensa (por el acusado).

La última es la fase es aquella en la que se lleva a cabo el juicio.

Otra de las preguntas más comunes que nuestros clientes nos hacen, como abogados penalistas en España y Barcelona, se refiere a la aplicación de medidas cautelares y específicamente a la medida de “prisión provisional” que puede ser fijada por parte de los tribunales españoles. Entre los elementos que los jueces consideran para la implementación de esta medida, con otros aspectos, se encuentra la gravedad del delito, el riesgo de reincidencia y también el riesgo de fuga. En este caso, hemos encontrado, en la práctica, que ser ciudadano extranjero a veces juega en contra del cliente. Esto se debe a que, en cualquier caso, habría un mayor riesgo de huir para los ciudadanos extranjeros no residentes. Por ejemplo, puede ser considerado el hecho de que el delincuente puede residir en un país sin un acuerdo de extradición con España. Es evidente, por lo tanto, que en este caso el extranjero podría evitar la justicia al regresar a su país de origen.

En realidad, cada caso es diferente, y es importante tener en cuenta cada posible resultado de una situación antes de elegir la ruta a seguir, ya que en general no se suele aplicar esta medida. Casos como estos son tomados extremadamente en serio por los juzgados españoles, y es importante buscar el asesoramiento de un abogado penalistas si se enfrenta a una medida de prisión provisional. Por ejemplo, una medida de prisión provisional fijada por un juzgado de instrucción de Barcelona puede recurrirse ante la Audiencia Provincial de Barcelona a través del procedimiento de apelación, además de poder recurrise, potestativamente, mediante un recurso de reforma frente al propio juzgado de instrucción de Barcelona.

Para todos los casos, la mejor manera de llegar a una resolución satisfactoria para el cliente es contratar a un buen abogado penalista que gestionará de manera correcta el procedimiento.

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